Autora: Valentina Valencia Murillo.
Correo: valentinavalenciam@javerianacali.edu.co
Noticia
A raíz de la pandemia que ocasionó el Covid-19 en el año 2020, incrementó la pérdida de oportunidades relacionadas con el conocimiento en los estudiantes colombianos, así mismo, la brecha entre instituciones públicas y privadas del país. Como principal causa se evidencia la carencia de herramientas tecnológicas, afectando sobre todo a las comunidades con restricciones económicas. Una vez más se demuestra la mala estructuración del sistema educativo en Colombia, es clara la falta de estrategias para corregir el desnivel en el proceso de formación.
Con base en los resultados obtenidos en las pruebas Saber 11 del año 2020, se observó un detrimento en el puntaje promedio con respecto a los años anteriores, la crisis sanitaria es la principal causa de ello. Los estudiantes de todo el país se vieron afectados por ella, unos más que otros, pero, a fin de cuentas, dicho suceso provocó un significativo declive en el desarrollo cognitivo de niños y adolescentes. La preocupante situación no solo se vivió a lo largo del confinamiento, sino también en el regreso a las aulas, los docentes identificaron vacíos en los temarios propuestos en el plan de estudios.
Durante la cuarentena se presentó una disminución en el desempeño académico de los colegios de calendario A, provocando una significativa brecha entre colegios públicos y privados. Lo anterior se debe a la diferencia de estratos sociales y el bajo poder adquisitivo de los integrantes de dicha comunidad, tanto para profesores como para estudiantes fue difícil buscar otra alternativa para dictar las clases. Las escuelas oficiales presentaron uno de los mayores retos a la hora de continuar con la academia, no contaban con estrategias necesarias para proseguir enseñando con normalidad; adicionalmente, los estudiantes tampoco estaban preparados para ello.
En la educación superior se evidenció una reducción de los estudiantes matriculados, adicionalmente, los expertos resaltan un desnivel en la formación académica de los recién ingresados. Teniendo en cuenta la complejidad de los temarios en esta etapa de la pedagogía, es necesario que los alumnos cuenten con bases bien estructuradas para que logren con facilidad comprender lo propuesto. Ya que el brote impidió que los bachilleres culminaran las actividades académicas con regularidad, se vio un importante desbalance en los conocimientos que estos deberían ya tener; incluso se ha propuesto la implementación de un semestre de nivelación.
Entre los efectos de la pandemia sobre el sistema educativo colombiano, resalta la incapacidad de las instituciones oficiales para ofrecer educación de calidad debido a las barreras tecnológicas. Sin duda alguna, la tecnología fue la principal herramienta que permitió el avance de la enseñanza durante la pandemia, Colombia es un país que no cuenta con la capacidad de brindar tales artefactos a todos los escolares. Por ende, aquellos que no pudieron acceder a estos, no lograron continuar con su formación o brindarla, pues requerían de equipos tales como computadores, tabletas o celulares.
Después del confinamiento y el proceso de alternancia se apreció una baja en el rendimiento académico de los estudiantes; es necesario llevar a cabo estrategias para nivelar a los jóvenes en los distintos grados. Tanto en la educación media como en la superior, se ha pensado efectuar planes de nivelación para reponer el tiempo y el conocimiento perdido. Ante esta realidad, algunos colegios y universidades han llevado a cabo clases de refuerzo, talleres, cursos rápidos y consejería académica para que se pongan al día. Lo anterior puede resultar benéfico; sin embargo, los alumnos se pueden ver afectados ya que no están acostumbrados a ello.
La crisis sanitaria del Covid-19 trajo consigo múltiples retos para la población colombiana, entre ellos la conservación del nivel académico en las instituciones del país. Es preocupante ya que la educación es fundamental para el desarrollo de este, garantiza en cierto nivel el éxito de las personas, reduce los índices de pobreza, y genera oportunidades. La pandemia no solo puso en evidencia que Colombia cuenta con uno de los peores desarrollos tecnológicos, sino que la escolarización está muy mal estructurada.