Autora: Catalina Muñóz Yepes.
Correo: catamunozyepes01@javerianacali.edu.co
Cuento
“No te preguntes qué es lo que el mundo necesita. Pregúntate qué es lo que te hace sentir vivo y luego haz eso. Porque lo que el mundo necesita es gente que ha cobrado vida”.
Howard Thurman
La melodía del río Cali armoniza la ciudad mientras sus aguas corren por el cauce, las abejas vuelan con un mismo propósito, reinar el territorio de Julio, el puesto con los mássabrosos cholados de la ciudad. Los converse sucios y rotos del joven Charlie son reflejo de las largas caminatas por el bulevar del río, los gratos momentos junto con su fiel peludo de nombre Lulo mientras pasa saludando enérgicamente a María, la responsable de adornar los bellos jardines. La alegría invade la amistad que tiene Charlie con María y Julio, comparte con ellos día a día, desde las largas historias que Julio le cuenta al servirle un delicioso cholado acompañado con su gran sonrisa, hasta los tips de María para cuidar las plantas.
Pasan los días y hay una pregunta que retumba la mente de Charlie, ¿qué es realmente el éxito?, sus reflexiones son profundas por lo que la pregunta no lo deja dormir en las noches, así que para conciliar el sueño, decide tomar el control y encender la televisión. De repente, el muchacho presiona el botón sin detenerse para cambiar los canales, recetas de cocina, una expedición por kenia, programas de moda, nada pareciese interesarle hasta que una extraña criatura aparece en la pantalla.
“Ciudadanos, mi nombre es Randal”, sonaba la metálica voz del robot, “me complace extenderles mi saludo, y con él, un mensaje que estoy seguro será de su interés… El gobierno de esta ciudad cambiará, mi tropa de robots y yo haremos el cambio que esta ciudad necesita. A partir de mañana tendrán la oportunidad de dejar a un lado sus empleos; mis leales robots se encargarán de hacer su trabajo cinco veces más rápido… Olviden esos trabajos exhaustivos sirviendo hielo troceado con jarabe ni esas largas jornadas regando la hierba. La vida de ustedes cambiará, si así lo deciden, BANCONFORT será su nuevo hogar, solo imaginen…,trabajar para uno de los bancos más prestigiosos del país, hacer brillar su nombre y tener esa libertad financiera tan anhelada”.
“El trato es el siguiente. Recibirán un sueldo mensual tres veces mayor de lo que acostumbran ganar, se les entregarán computadoras último modelo, uniformes fabricados en la mismísima India y si no fuese suficiente, se les darán vacaciones fijas cada año. No lo piensen mucho, estas oportunidades pocas veces se ven, ya no tendrán que preocuparse por las deudas, en cómo darle de comer a sus familias; nada les va a faltar”.
“Es mi honor ser el canal de este mensaje, así que tienen hasta la 1:00 p.m. de mañana para elegir, en el boulevar del río estaremos mi tropa y yo para darles la bienvenida en BANKONFORT”.
La pantalla del televisor se apagó al unísono con el cierre del robot, por lo que el jóven Charlie se quedó intrigado con aquella información, sus tardes en el boulevar ya no serían lo que fueron ayer, sus amigos probablemente dejarían su labory no los volvería a ver. Por lo que Charlie salió de su habitación, le puso el collar a Lulo y salió rápidamente en busca de Julio y María.
Con su fiel compañero corre por las transitadas calles de Cali con una mezcla de determinación y preocupación en su rostro. Se apresura entre la multitud, esquivando autos y motocicletas mientras busca a sus amigos.
Su mente corre tan rápido como sus pies mientras recuerda las últimas palabras que le dijeron antes de perderlos de vista. «Siempre se regresa a donde se fue feliz», le decíaMaría al cortar delicadamente un arbusto de hortensias.
Su misión es encontrar a sus amigos y no descansará hasta que los encuentre, su corazón late rápidamente mientras corre a través de la ciudad, pasando por tiendas y edificios. Es su intención evitar que tomen una decisión de la que se podrán arrepentir el resto de sus vidas.
A medida que se acerca al barrio en donde frecuentan estar, su preocupación aumenta. ¿Qué pasó con sus amigos? ¿Están bien? ¿Por qué no están en el lugar de siempre? A medida que se acerca al lugar ve una figura conocida en la distancia. Es uno de sus amigos, Julio, y está corriendo hacia él con una sonrisa en su rostro.
Charlie se siente aliviado al ver a su amigo y lo abraza en medio del lugar. «¡Por fin te encontré! No sabes lo mucho que te he buscado», dice Charlie. Julio le sonríe y replica“me alegra verte muchacho”, por lo que Charlie le responde “tengo que decirte algo muy importante, ¿escuchaste lo que dijo Randal? ¿Aquel robot? Creo que es un error”. Al pronunciar la palabra error, Julio lo interrumpe para decirle “Charlie, ¿te conté que ya me entregaron mi nuevo uniforme traído de la India, un computador último modelo y he firmado mi nuevo contrato en BANKONFORT? ¡Esto está fabuloso!”.
Charlie se sienta con su amigo Julio, con una expresión preocupada en su rostro. Él sabe que tiene que tener una conversación difícil con su amigo, pero sabe que es lo correcto.
«Julio, necesito hablarte sobre algo importante», comienza Charlie. «La idea de renunciar a tu trabajo, tu amado puesto de cholados por el que tanto has trabajado y escoger un lugar tan frío como BANKONFORT, es una terrible decisión».
Julio se sorprende ante la afirmación de Charlie, y defensivamente responde: «No creo que haya sido una mala decisión, tendré un salario fijo y buenos beneficios, aunque no sea exactamente lo que me hace feliz».
Charlie entiende que Julio está tratando de justificar su decisión, pero siente que su amigo necesita escuchar su perspectiva. «Entiendo que este lugar te brindará estabilidad, y teniendo esto en cuenta quiero hacerte una pregunta,¿elegirás un puesto de trabajo por encima de tu felicidad?
«Creo que tienes razón, tal vez no consideré todas las posibilidades. Pero ya lo hice, así que ahora tengo que lidiar con eso», respondió Julio.
María escucha un ruido a lo lejos, el ruido se intensifica de a poco, es el ruido de su alarma, se despierta de una terrible pesadilla por lo que vuelve al boulevar, y ahí estaba Julio repartiendo cholados, conversando con Charlie y acariciando a Lulo, qué feliz y afortunada se sentía de vivir su sueño, trabajar en su gran pasión.